Skyale

Vivimos en un planeta muy hermoso, donde coexisten muchísimas especies tanto vegetales como animales que hacen todo lo posible por sobrevivir y adaptarse en un mundo donde tienen que enfrentarse día a día a numerosos retos. Pero, si durante el día podemos ver una gran variedad de colores y formas de vida, por la noche el espectáculo continúa, sólo que esta vez el protagonista es el cielo estrellado.

Muy pocas veces nos damos cuenta de ello, no en vano, es fácil olvidarse de que ahí afuera hay otros mundos donde, quizás, haya vida. Todos esos millones de puntitos brillantes que a veces vemos, son en realidad estrellas, planetas, cometas y nebulosas que había hace millones de años.

Me encanta la noche. La tranquilidad que se respira es maravillosa, y cuando el cielo está despejado y puedes ver una pequeñísima parte del universo, es una experiencia increíble. Seguro que esos sentimientos y esas sensaciones que tenemos todos los aficionados a la astronomía o, simplemente, a la observación del cielo también los tuvieron los primeros astrónomos.

¿Qué es la contaminación lumínica?

La contaminación lumínica se define como el brillo del cielo nocturno producido por una mala calidad del alumbrado urbano. Las luces de las farolas, las de los vehículos, las de los edificios, etc. son un impedimento para disfrutar de las estrellas. Y la situación no hace más que agravarse a medida que la población mundial aumenta.

Tiene muchas consecuencias, entre ellas las siguientes:

  • Se desperdicia energía y dinero.
  • Deslumbra a los conductores.
  • Contribuyen al cambio climático.
  • Alteran los ciclos de diversas especies animales, así como de las plantas.
  • Se pierde visibilidad del cielo nocturno.

¿Existen soluciones?

Claro que . Encender la luces exteriores sólo durante algunas horas, utilizar bombillas de bajo consumo, situar las farolas evitando los obstáculos (como ramas de árboles), y/o utilizar diseños con pantallas que eviten la dispersión de luz hacia arriba son algunas de las cosas que se podrían hacer para reducir la contaminación lumínica.

Mitos sobre las estrellas

Pléyades

Las estrellas siempre han sido objeto de creencias con las cuales el ser humano ha ido creando historias mitológicas. Un ejemplo son las Pléyades (palabra que significa ”palomas” en griego). En la Antigua Grecia se contaba la historia de que el cazador Orión se enamoró de Pleione y de sus hijas, quienes trataron de escapar de él pero que sólo lo consiguieron cuando Zeus, años después, las transformó en palomas que volaron hacia el cielo para convertirse en un grupo de estrellas que hoy seguimos conociendo como las Pléyades.

Tirawa

Según los Pawnee, una tribu indígena del centro de Norteamérica, el dios Tirawa envió a las estrellas a soportar el cielo. Algunas se encargaron de las nubes, el viento y las lluvias, lo que aseguraba la fertilidad de la Tierra; sin embargo, había otras que se encontraron con un saco de tormentas mortales, que introdujo la muerte en el planeta.

Vía Láctea

Los mayas creían que la Vía láctea era el camino por donde las almas caminaban hacia el inframundo. Las historias que contaron estas personas, las cuales formaron una de las civilización más avanzadas de su tiempo, se basan en la relación del movimiento de las estrellas. Para ellos, la banda vertical de la Vía Láctea que se puede ver todavía hoy si el cuelo está muy despejado, representaba el momento de la creación.

Las siete Krttika

En India se cree que las estrellas de la Osa Mayor eran los llamados Rishis: siete sabios que estaban casados con las siete hermanas Krttika con quienes vivían en el cielo del norte hasta que Agni, el dios del fuego, se enamoró de hermanas Krrtika. Para tratar de olvidar el amor que sentía, Agni se fue a la selva donde se encontró con Svaha, la estrella Zeta Tauri.

Svaha se enamoró de Agni, y para conquistarle lo que hizo fue disfrazarse como unas de las hermanas Krrtika. Agni creyó que había conquistado finalmente a las esposas de los Rishis. Poco después, Svaha tuvo un hijo, por lo que empezaron a correr rumores de que seis de las esposas de los Rishis eran su madre, lo que provocó que seis de los siete maridos se divorciaran de sus esposas.

Arundhati fue la única que permaneció con su esposo llamada la estrella Alcor. Las otras seis se marcharon y pasaron a convertirse en las Pléyades.

Los mejores sitios para ver las estrellas

Ante la contaminación lumínica, lo mejor que se puede hacer es alejarse lo máximo posible de las ciudades o, mejor aún irse de viaje a alguno de estos sitios:

Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres)

Observatorio de Mauna Kea (Hawái)

Las Cañadas del Teide (Tenerife)

Desierto del Sinaí (Egipto)

Pero… y si no puedo viajar, ¿qué hago? Bueno, en ese caso lo mejor sería adquirir un telescopio refractor. Es muy sencillo de usar y apenas requiere mantenimiento (a excepción de mantenerlo limpio 🙂 ). El funcionamiento de este telescopio se basa en la refracción de la luz emitida por él. Cuando el haz luminoso atraviesa la lena, alterará su trayectoria provocando una imagen aumentada del objeto que se esté observando en ese momento.

Más fotos de cielos estrellados

Para terminar te dejamos con unas cuantas fotos de cielos estrellados. Que la disfrutes.

Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes cuanto más reiterada y persistente-mente se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado que está sobre mí y la ley moral que hay en mí.

Inmanuel Kant

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